A pesar de que ha llegado el invierno, la nieve no nos ha querido visitar todavía. Así que hemos decidido elaborar nuestra propia nieve y así poder jugar un rato.
Primero, abrimos un pañal y sacamos unos "polvos mágicos" que tiene en su interior (es un polímero, capaz de absorber grandes cantidades de agua aumentando su volumen). Una pequeña cantidad de esos polvos es suficiente para hacer una bola de nieve.
Después echamos agua y, casi de forma instantánea, esta mezcla se convierte en nieve con la que jugar.
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