Además, nos ha contado este divertido cuento.
El oso Norman decide disfrazarse de abeja para conseguir su deseada miel, pero no consigue pasar muy desapercibido.
La infancia es tiempo de inocencia. Son peldaños muy altos y huellas de pisadas muy pequeñas. Es un mágico lugar de sueños, donde todo es posible. La infancia es para explorar... Es para remar... y llegar... y tocar. Y ver... y gustar... y oír... y aprender. Pero, sobre todo, para ser amados.
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